la obra que tiene el lector es reflejo de un estudio comprometido, de una pasión intelectual, de una erudición amable y dadivosa. Está escrita bellamente, con la vena literaria a la que nos han acostumbrado el doctor Estrada Michel y sus coautores de lujo. Retoma un tema que nunca pasará de moda y que adquiere mayor relevancia por la ausencia de estudios objetivos, desideologizados (y desideologizantes).